BIENVENIDOS

SEAN BIENVENIDOS A ESTA HUMILDE FORMA DE EXPRESION







martes, 14 de junio de 2016

Egoismo Emocional...Independencia Afectiva

Viendo el pasar del tiempo, relaciones ajenas yendo y viniendo, matrimonios de la nada, noviazgos resquebrajarse, y mascaras caerse, me pongo a analizar, hasta qué punto el ser humano se vuelve tan dependiente emocionalmente de otra persona? .
Hay quienes no pueden estar 2 semanas sin alguien al lado, otros donde me incluyo que el simple hecho de perturbar la armoniosa paz que nos da el estar solos, nos aterra, y otros que simplemente siguen una relación por el hecho de mantener una imagen ante la sociedad.
Cabe la pregunta, si nacemos solos (salvo los gemelos y siameses), y al morir cruzamos ese umbral solos, porque razón generamos tanto apego, a veces enfermizo, a una persona que a fin de cuentas nadie más que tu decidiste que estuviera presente en tu vida, y tú mismo eres el responsable de la decisión de si continua o no formando parte de ella. Porque esa dependencia, más que apego, a estar atado a una persona por el simple temor a estar solos, o por el simple hecho de que la sociedad actual exige que nadie debe estar solo en un determinado momento de la vida. Otras veces el viejo cliché de “formar una familia”, o más aun “crecer al lado de alguien” se vuelve tan imperante en la vida de las personas que los empuja a tomar las peores decisiones de sus vidas por el simple hecho de complacer a alguien o por sucumbir ante las presiones sociales y familiares, perdiendo en todos los niveles su capacidad de decisión. Bien es cierto, llegan momentos y días en que a muchos la soledad nos pega, hace falta ese alguien que te reciba, con quien compartas determinados momentos de tu vida, pero estoy seguro que muchos no cambiarían la paz mental por un vida al lado de un completo desconocido que poco a poco irán generando adaptación mutua, quien sabe si para bien.
La soledad, independencia emocional, egoísmo sentimental, como gusten llamarlo, genera una sensación tan ambigua, ambivalente en cierto modo, que gran parte del tiempo te da una paz mental que nada ni nadie en este mundo te lo daría, pero en otros momentos la ansiedad que te genera es incontrolable; y es donde entra en juego la tesis que propongo, será que muchos nos hemos vuelto, seres con un gran egoísmo emocional, y con un gran miedo a compartir nuestra vida y logros con perfectos extraños?, hasta que punto podemos ser tolerantes con nuestra soledad y desde que punto empieza a quebrarse ese muro de hielo que tanto nos bloquea, y que en ocasiones nos hace tomar las decisiones más erradas de nuestras vidas, por solo tapar el sol con un dedo, llenando un vacio de la peor manera.
Solo queda esperar, y dejar las aguas correr, lo que tiene que ser será, lo que tenga que llegar llegara tarde o temprano, y si no llega, hay miles de vías compensatorias que satisfacen nuestras vidas sin tener una dependencia muchas veces patológica a una persona.